A fines de 1984, la familia de Pablo (12), exiliada en México, decide volver a Argentina. Para Pablo el retorno de sus padres significa su propio exilio. Él y sus amigos, Damián y Martí, son muy unidos. Con el objetivo de frenar la dramática disolución del grupo, los niños emprenden una fuga en pos del altar de un milagroso santo, situado a un día de viaje del DF. A ellos se suma Griselda, una compañera de escuela. El plan en principio funciona y los padres ignoran el escape. Sin embargo, cuatro niños de 12 años deambulando solos por el mundo encuentran varias piedras en el camino. Y una ayuda. Tim, un actor medio loco que vaga por los pueblos con su cine ambulante. Los niños fuman por primera vez, se enamoran por primera vez, van a un parque de diversiones, pelean en una taberna, conducen un camioneta y trabajan en el cine ambulante de Tim. Cuando los padres se enteran del destino de sus hijos, desesperados, parten a su encuentro. Entonces los niños, sacudidos por el iniciático viaje, los enfrentan, fuertes y roídos, en un nuevo tono de su ser.